Una calita de conil


(Aportación de Laurita81)

Seria un mes de Mayo cuando me encontraba trabajando por la zona de los Caños de Meca, mi rutinario trabajo de oficina solo se veía aliviado de vez en cuando por algún que otro paseo por las increíbles playas de toda esta zona durante mis ratos libres. 



Un poco aburrida una mañana termine en una localidad cercana llamada Conil de la Frontera, visite el pueblo y sus playas e intente salir del pueblo por una carretera en la que se veía a lo lejos una antena, seguí la carretera hasta el final y termine aparcada en un camino cerca de unos  acantilados que se encontraban ya algo separados del pueblo, me baje del coche cámara en mano para hacerles unas fotos y ya de paso hacer un poco de turismo dando un paseo por la zona.



Andando por allí llegue finalmente a un escarpado camino que bajaba a lo que parecía una pequeña calita, sin pensármelo baje aquel angosto y escarpado caminito de tierra y roca hacia ella, y una vez allí me senté un rato para descansar, el sol calentaba bastante así que aunque no era época de playa me tumbe en la arena y al poco tiempo dada la intimidad que tenia la calita me levante un poco la camisa para que me diera el sol, luego me quite el sujetador, y me quede tumbada al sol escuchando el ir y venir de las olas en la arena, no se oía nada mas, aquello era casi paradisíaco.



Al tiempo de estar allí tumbada, recocida y algo sonrosada ya por el sol mire a mi alrededor para ver si me veía alguien con la loca idea rondando por mi cabeza de quitarme los pantalones.



No vi a nadie, así que me puse manos a la obra y finalmente me los quite, quedándome medio desnuda, únicamente con la camiseta subida por encima de mis tetas, tomando el sol allí tirada.

Tras algún tiempo, algo ya acalorada por el sol, decidí acercarme a la orilla para refrescarme un poco y meter mis pies descalzos en el agua (la cual no estaba nada fría para la época en la que estábamos). 
Poco a poco me fui metiendo hacia el mar mirando una y otra vez a mi alrededor por si me veía alguien, finalmente, tras mis muchas comprobaciones, me quite la camiseta, la deje con el resto de la ropa a buen resguardo en la roca que había cerca de la orilla, metiéndome finalmente completamente desnuda al agua como si fuera una playa nudista (de echo aquella cala tenia toda la pinta de serlo en época estival).


Al ir metiéndome el agua se mostró mas fría de lo que en un momento parecía, tenia la carne de gallina y los pezones duros como piedras, además  estaba súper excitada en aquella idilica situacion de tener la playa para mi sola, pero no aguante mucho mas antes de tener que salirme.


Salí del agua y me dirigí por la playa hacia un saliente de piedra, observando de nuevo a mi alrededor mientras andaba de que no hubiera nadie viéndome, todo seguía tranquilo, por lo que fui hacia alli saltando y corriendo desnuda totalmente despreocupada por la orilla. 


 
Llegue al saliente y me senté en la piedra un rato mirando al sol, notando en calor que emanaba la piedra sobre mi cuerpo, mire nuevamente a mi alrededor y al no ver nuevamente a nadie me di un tiempo mas a mi misma tumbándome sobre ella, totalmente desnuda, notando por un lado el calor de la piedra sobre mis glúteos y mi espalada, y por otro la fresca brisa que rozaba mi piel atenuando el calor que me iba dando poco a poco otra vez el sol, todo esto me empezaba a hacer sentir otra vez muy excitada, haciéndome sentir también la imperiosa necesidad de masturbarme allí mismo, ¡en aquel mismo momento!.


Así que me deje llevar, y lo hice, me senté sobre aquella piedra totalmente desnuda,y con la excitación de aquella situación tan atípica y excitante para mi, empecé poco a poco a acariciarme, primero el vientre, luego los pechos
Con las piernas aun cerradas empecé a apretarme el coño frotando mi clítoris con la punta de los dedos, a continuación mis dedos se fueron introduciendo lentamente por mi coño presionandolo y masturbándolo, haciendo que terminara totalmente abierta de piernas sobre la roca totalmente retorcida de placer, nada me apremiaba en aquel momento, nada me impedía disfrutar de aquel momento, por lo que llegado el momento estire mi clímax todo lo que pude.


Fue entonces cuando en pleno punto álgido de mi masturbación escuche lo que parecía el ladrido de un perro rompiendo todo mi clímax, y haciendo que me incorporara rápidamente.

Mirando alertada a mi alrededor para ver de lo que se trataba observe a lo lejos lo que parecía la silueta de alguien parado en lo alto del camino que recorría el borde del acantilado, me puse muy nerviosa ante aquella situación, e instintivamente pegue un brinco metiéndome, con el culo aun lleno de tierra como quien dice, detrás de unas piedras.
Allí espere un tiempo, y al rato decidí asomar un poco la cabeza para mirar  hacia el camino nuevamente, en esta ocasión pude ver que efectivamente se trataba de alguien paseado un perro por aquel camino, y en vez de quedarme allí tranquila como si no hubiese pasado nada, disimulando,  lo que hice fue coger mis cosas y salir rápidamente de allí, subiendo el escarpado camino mientras me vestia.


Mientras subía solo podía pensar en si me habría visto o no desnuda aquella persona, y en… ¿Cuánto tiempo lo habían o había echo?¿al final?¿mientras me masturbaba?¿todo el rato?, mi único consuelo era pensar que si a mi me había costado distinguirle a lo lejos, a el lógicamente le habría pasado lo mismo con migo, así que no habría podido ver si me encontraba desnuda o vestida, y mucho menos lo que hacia.

Al llegar apresurada a lo alto del camino de la calita sin haber conseguido ponerme aun ni las bragas, y mientras me dirigía hacia el coche aun medio desnuda, me percate de que ineludiblemente en algún momento nos cruzaríamos esta persona, su perro, y yo en el camino.


 Esto me hacia morirme de vergüenza solo de pensarlo, así que opte por dar un pequeño rodeo por fuera del camino hacia unos arboles para poder vestirme antes de que llegaran a mi, haciendo así aun mas evidente que lo que hacia era huir de el.
Allí por fin conseguí vestirme pese al temblor que aun tenia en mi cuerpo debido a el subidon de adrenalina de la situación, así que salí rápidamente al camino disimulando, debido a  la distancia que deje y a la vergüenza del momento no me fije bien en quien era mientras nos cruzábamos, pero una vez le sobrepase me di rápidamente la vuelta para verle y… resulto ser un chico algo mas jovencito que yo, fuerte y con el pelito rapado, lo que puesta a pensar,  la verdad es que dentro de las posibilidades de que me descubriera alguien era de los que menos me importaba. Incluso a posteriori he de decir que me excita pensar que lo hubiera echo realmente.

Pero el caso es que finalmente después de toda aquella excitante pero bochornosa aventura por fin conseguí finalmente lleguar a mi coche, y otra vez mas sola que la una, me relaje un poco de todo aquel subidon que me había dado todo aquello que me había sucedido, me sacudí toda aquella arena que se me había metido literalmente hasta lo mas profundo de la raja y cuando termine me subí en el coche y fui de allí..

He de decir que aquella tarde en el trabajo, con mi sonrisa de oreja a oreja no pude dejar de sentirme en todo momento un poco la protagonista de una película de Enmanuelle, y eso me gusto, y aunque no volví mas por allí, no descarto hacerlo algún día para poder revivir viejos tiempos. ¿Me acompañas?  


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